Tener contacto directo con la naturaleza es algo que cambia mi vida, porque allí mi mente se traslada a otro lugar, un lugar de paz, tranquilidad y descanso.
He tenido la oportunidad de visitar hermosos lugares, gracias a VERDE SENECIO quienes invitan a que se tenga conciencia con el cuidado de nuestros páramos.
He visitado entre otros destacados lugares, las tres lagunas sagradas ubicadas en el páramo de Chingaza que reciben los nombres de Fausto, América y Siecha, este es un lugar que me permitió estar en contacto con la naturaleza y entender la importancia del ciclo del agua y de cómo todas las especies que allí habitan tienen diferentes mecanismos que permiten que el agua llegue a la ciudad. Otro bonito lugar es el nacimiento del río Bogotá, ubicado en el páramo de Guacheneque, nombre dado por los habitantes muiscas, este lugar tiene una hermosa cascada que se forma a partir de la laguna de la cual nace este río.
El despertar de estos páramos es espectacular y digo despertar porque en un momento su neblina lo cubre y en un momento el sol lo alumbra. Sus aguas son cristalinas.
Lo preocupante es que a medida que se va formando el cauce de los ríos que en estos lugares nacen y al pasar por algunas regiones, empieza su contaminación con toda clase de desechos, espero que esto sirva para que conozcamos mas y reflexionemos de la gran importancia que tienen los páramos para prolongar la existencia de nuestras vidas.
